La l-carnitina es un transportador de ácidos grasos a la mitocondria para que utilice estos ácidos grasos como energía. La mitocondria es un orgnánulo dentro de cada célula y es donde se origina la energía.
Pero, la l-carnitina la fabrica nuestro organismo a partir de lisina y vitamina C y se encuentra en nuestros músculos casi al 100%.
Como fuente de alimentación la podemos encontrar en carnes y lácteos. Si nosotros tenemos una alimentación variada y completa no tendríamos la necesidad de suplementación de l-carnitina.
Estaría justificado si aumentáramos en nuestra dieta la grasa para romper las cadenas largas de ácidos grasos, así obtendríamos un mayor rendimiento aeróbico.
Si ingerimos este suplemento y practicamos ejercicios de alta intensidad y de duración corta, se reduce el ácido láctico, por lo que tendríamos un menor daño muscular y así podríamos aumentar el volumen de entrenamiento.
La forma de suministrarla sería de 15 a 20 mg por kg de peso al día junto con alimento de alto índice glucémico.
No por tener problemas de sobrepeso se debe tomar y ya está, si nos la tomamos y nos sentamos en el sofá no hará nada, debes salir y hacer ejercicio. Aquí os dejo un artículo que habla sobre la obesidad y una forma rápida de darnos cuenta si padecemos esta enfermedad.
No podemos confundir la L-Carnitina con la Acetil – L – Carnitina. Ya que ésta última se utiliza para mayor concentración en épocas de estrés y a diferencia en la suministración, al día por kg de peso son 10 mg y no hace falta añadir alimento de índice glucémico alto.
Mi recomendación: Prioriza una dieta equilibrada y variada. Si consideras o tienes dudas de suplementarte con L-Carnitina, pregunta a un profesional.